[Puede ser que esta entrada haga daño a algunas persona pero es lo que realmente siento en este momento y, como he hecho siempre que me sentía mal, lo mejor es exteriorizarlo de la mejor manera que sé y que me funciona: escribiendo]

Parece mentira que a estas alturas todavía no haya sido capaz de olvidarla… y más aún si el hecho de encontrármela en el sitio de moda de Sevilla no ayuda mucho.

Acabo de llegar de tomar unas copas con unos amigos y la verdad que me lo estaba pasando bastante bien, aun viendo que mi estado de ánimo no era el idóneo para ello… hasta que apareció ella.

Por supuesto que ella me ha visto y que también sabe que yo la vi a ella. Por su expresión se que estaba bien, que estaba agusto. Me alegro por ella. Se lo merece.

He estado a punto de acercarme a saludarla pero pensé en frío y creo que no hubiera sido bueno hacerlo. Ni por mi y ni por ella, y por que iba acompañada de sus amigos/as y hubiera sido una situación bastante violenta. No se, lo mismo me equivoco pero a veces en la vida hay situaciones en las que es mejor dejarlo en la duda que no dar con un muro hasta hacerte daño.

Se que tengo que aprender a olvidarla, aprender que ella no es para mi, que nunca jamás volverá a ser lo que fue… pero no puedo evitar sentir ese pellizco en mi interior cuando huelo su perfume, veo su mirada, u oigo su sonrisa en cualquier chica que pase por mi lado, porque sus gestos, sus besos, sus palabras… todo está ahí.

También os digo una cosa… se que posiblemente ella lea esto o quizás no pero prefiero arriesgarme a ello que callarme todo esto y seguir sintiéndome mal.

Sólo me repito una cosa constantemente: debo aprender a olvidarla… aunque sea algo (casi) imposible.